- Che, me dijeron que ese lugar que te vio reír, llorar, caerte al agua y aprender a nadar -estilo perrito, por supuesto-, correr en la oscuridad de la noche para huir de posibles monstruos asesinos, hamacarte, tirar El Noni al agua y despedirte de él para siempre, explorar la jungla de atrás, hacer esculturas de barro, pescar, rascarte cientos de picaduras de mosquitos al mismo tiempo, alimentar a los perros, juntar leña, flotar por el río en un cisne inflable -y a veces en una colchoneta medio-pinchada-, fantasear con historias en las que eras amiga de Simba y comer mermelada de ciruela casera, ese lugar que te vio crecer te extraña un poco. Dice que hace bastante que no lo vas a visitar. ¿Vos no lo extrañas?
- Bueno, la verdad es que si. Un poquito lo extraño. Pero ya lo voy a ir a visitar, lo prometo.
0 comentarios:
Publicar un comentario